Decálogo de 1522, para su seguridad

En cualquier situación, la mejor estrategia de auto defensa es evitar el enfrentamiento.

Por lo tanto, es necesario alejarse rápidamente del peligro de un potencial agresor: en este sentido la fuga es la acción principal de defensa para llevar a cabo (antes de cualquier agresión, durante la eventual agresión, después de la posible agresión).

La principal forma de prevenir las agresiones es tener cuidado: conscientes de sí mismos, el lugar donde se encuentra, la gente alrededor. No se trata de tener siempre miedo, sino de prestar atención, al igual que se hace cuando se cruza una calle transitada o retira dinero de un cajero automático.

Una forma de entrenarse  a darse cuenta y estar atentos:

• nivel de iluminación de las calles o de interiores
• calles desiertas
• personas reunidas sin razón aparente
• ubicación de las paradas de autobuses o lugares públicos
• actitud de la gente en los locales
• ubicación de las salidas de los locales
• objetos que se pueden usar con fines defensivos (por ejemplo., spray de pimienta y activación de alarmas presentes en la App, etc…)
• objetos que pueden actuar como barrera entre nosotros y un atacante potencial (por ejemplo. coche …)

También  las medidas muy triviales e intuitivas pueden ayudar a evitar las situaciones de peligro:

• cambiar el lado de la carretera o la acera si se ve a lo lejos a alguien de aspecto potencialmente peligroso
• si la acera está  muy oscura, caminar a ras de los coches estacionados, abrazando la carretera (siempre que obviamente no represente peligro físico), de modo que sea visible a los coches que pasen, evitando estar oculta y difícil de soccorrer
• Asegurarse siempre de no tener a nadie detrás o en los alrededores, cuando se acerque a la puerta de casa, antes de buscar las llaves para entrar.

Hacerse un objetivo difícil reduce drásticamente el riesgo de ser asaltado.
Un objetivo difícil se distingue por: actitud tranquila, comportamiento seguro, paso decidido, tono de voz fuerte,  mirada alta y directa más allá del agresor potencial (como si estuviera buscando a alguien para evitar los ojos bajos o desafío directo).

Por último, puede ser muy útil , como ya se ha indicado, llevar siempre un objeto o una herramienta que pueda utilizar en casos extremos para defenderse: spray de pimienta o un teléfono móvil para activar la alarma en la aplicación, pueden ser valiosos aliados en caso de peligro.

Con las palabras se puede hacer mucho para evitar situaciones peligrosas.
En este sentido, nuestra aplicación ofrece herramientas útiles que se pueden utilizar de una manera sencilla e intuitiva (aunque es importante recordar mantenerla abierta en situaciones potencialmente peligrosas!)
En particular:

• En situaciones en las que percibe un peligro potencial porque se acerca uno o más sospechosos, puede ser útil hablar o hacer como que se habla por teléfono con otra persona. De esta manera, el atacante potencial tiene la percepción de que hay alguien en tiempo real que se puede enterar del posible asalto y avisar a los órganos de policía.
• Si se cree que se está en peligro o en una situación de emergencia, no dudar en alertar al teléfono de los servicios de emergencia, con el número 112 (número único en Europa): Mejor una falsa alarma que un retraso en el aviso del peligro inminente.
• Si no se puede llamar de viva voz, alertar a alguien de confianza con un mensaje de texto, indicando preferiblemente dónde se encuentra (sería útil crear en su teléfono móvil un modelo de mensaje de texto a utilizar rápidamente en caso de peligro).
• En áreas o situaciones de riesgo no contestar a los que se acercan y se dirigen a nosotros (por ejemplo, preguntar la hora o una dirección en un mapa podría ser una técnica para distraer, engañar, seducir, etc.).
• Disuadir verbalmente a una distancia de seguridad (el doble de la longitud del brazo) si alguien se acerca amenazante o si se acerca de todos modos después de indicarle explícitamente que no lo haga. Se debe mantener una actitud tranquila, segura, voz determinada, bajo tono, la palma de la mano hacia adelante y decir: “Aléjate” o “Atrás”. En caso extremo, es útil hacer una pregunta de distracción ( “Pero no eres el amigo de Marcos?”) O una declaración muy fuerte ( “Mira, estoy armada”) o generar un sonido fuerte y repentino (a través de nuestra aplicación o el uso de herramientas especiales en el mercado) con el único propósito de desplazar el atacante durante unos segundos y tomar medidas inmediatamente después (golpeándolo, cuando sea realmente necesario, o huyendo). Por último, puede ser muy útil gritar “!Fuego!” “!Fuego!”: Se demuestra que una solicitud de ayuda de este tipo atrae a la intervención de los transeúntes o personas mucho más que gritos genéricos o llamadas.
  No hacer gestos provocativos y no invadir el espacio del agresor potencial. No hacer desafíos verbales y no ofender: hay que evitar cualquier tipo de provocación.
  

Cuando se siente miedo fuerte, hay que tratar de mantener un autocontrol emocional.
Estos son algunos consejos para controlar el instinto natural del miedo:

• Controlar la respiración: inhalar expandiendo el abdomen y exhalar lentamente
• Repetir mentalmente “No voy a ser tu presa” o “No soy una víctima”
• Recordar que las sensaciones físicas que se sienten (temblores, sudoración, etc.) derivan de reacciones instintivas que nos hacen más fuertes y listas para escapar o contraatacar
• Si se aproxima el enfrentamiento (solo en este caso), mirar fijamente al enemigo en los ojos, o en la base de la nariz
  

Especialmente cuando estamos haciendo tareas rutinarias, repetitivas y predecibles para un agresor (salir temprano para ir a trabajar, volver a casa tarde por la noche, salir el sábado por la noche, etc.) o en los cuales frecuentamos lugares aislados siempre a las mismas horas hay que estar alerta.

De hecho, somos más vulnerables cuando bajamos la guardia porque nos sentimos a gusto (como se trata de actividades diarias) o nos sentimos cansadas.

En coche en la ciudad, conviene viajar siempre con el seguro bajado y las ventanillas bajadas. No dar pases y no aceptarlos.
En tren o por barco o ferry es necesario evitar los compartimentos vacíos o con poca gente u ocultos.

Se debe evitar el uso de auriculares, sumergirse en la lectura o ver vídeos, distraerse con el smartphone o la tableta si está solo en lugares públicos o en situaciones de peligro potencial.

Nunca nos debemos encontrar en condiciones de ser mermadas en la capacidad de captar las señales del entorno externo en situaciones potencialmente peligrosas.

Tener cuidado del cuerpo, mantener una buena capacidad aeróbica (correr, ciclismo, natación, etc.) y permanecer elástica (estiramiento, yoga, pilates, etc.) puede salvarnos de situaciones de peligro real. No se tratta de convertirse en deportistas, sino de mantener un nivel mínimo de reactividad física que permita una fuga o permita movimientos precisos y controlados.

Para maximizar la serenidad y la facilidad en situaciones en las que se está solas en lugares públicos poco frecuentados, pero también, por el contrario, en situaciones con una gran afluencia de personas (conciertos, eventos, etc.), indagar y comprender exactamente dónde estamos es puede ser valioso: encontrar por ejemplo las salidas de emergencia, vías de evacuación, conocer los números de emergencia (incluso si está en el extranjero) y ser capaz de llamar al personal de seguridad en caso de peligro.